jueves, agosto 18, 2005

La ciudad del pecado (Sin City)


..Salpica

La industria cinemátografica estadounidense cuenta en su haber con varias adaptaciones de diferentes comics, algunas más certeras que otras. Hasta ahora todas se habían basado en el comic más clásico, basado en superhéroes con diferentes poderes / trajes / traumas, pero es recién ahora que se abren del mundo de los Marvel y DC más tradicionales y se asoman a ese otro comic, con un público adulto y con contenidos totalmente diferentes que ha sido llamado "novela gráfica" y que ha revolucionado y renovado el mundo de las historietas. Uno de los mejores representantes de esa renovación es el artista y guionista Frank Miller. Una de sus obras emblemáticas es la que el guionista y director Robert Rodriguez decidió adaptar, comenzando con una excelente decisión: respetar el lenguaje visual característico de la obra y "adaptarlo" al lenguaje del cine. Para ello codirigieron juntos la película a fin de lograr una armonía entre los dos lenguajes. Y quién mejor para traducir la mancha de Miller que el "loco por los efectos" (Lucas no es el único) Robert Rodriguez, basta recordar su trilogía infantil "Mini Espías" y su cierre del mariachi con "Erase una vez en México". Más alla de la calidad de los films en sí mismos, es indiscutible que Rodriguez tiene pasión por lo visual. Y por la sangre (cuando no filma aventuras infantiles por supuesto).
Esta fusión absoluta entre el dibujo de Miller y la cámara de Rodriguez desembocan en un producto sorprendente por donde se lo mire, con una fidelidad absoluta al guión (hasta donde la adaptación cinematográfica lo permite), y un ritmo que no decae.
Y a todo esto, de qué va la película?
"La ciudad del pecado" cuenta tres historias paralelas que toman lugar en una ciudad corrupta hasta la médula, donde la violencia y la sangre están a la orden del día. En este infierno cargado de matices del policial negro nos encontramos con la historia del policía bueno (Bruce Willis) que arriesga todo para evitar que un depravado abuse de otra niña más, con el matón deforme pero de buen corazón (un resucitado Mickey Rourke) que pondrá patas para arriba a la ciudad a fin de encontrar al asesino de la única mujer que le dio una noche de amor, y finalmente a un hombre metido en una situación desesperada (Clive Owen) cuando trata de defender a su pareja de un ex novio abusivo (Benicio del Toro) y desata un incidente que podría acabar en una guerra sangrienta entre las prostitutas, la policía y los mafiosos de siempre.
Lo interesante de esta película es que logra un equilibrio entre un poderoso lenguaje visual y un guión sólido, caracteristica en peligro de extinción cuando cada vez son más los productos que se apoyan en lo visual desmereciendo la columna vertebral para el conjunto que es el guión. Como adaptación de un comic, es la única que ha logrado trasladar el lenguaje característico de la historieta al cine, respetando el carácter de la obra y logrando un producto que finalmente deja completamente satisfechos tanto a los seguidores del comic original como al público que busca un entretenimiento interesante.

Conclusión: Para no perdersela

viernes, agosto 12, 2005

Charlie y la fábrica de chocolate (Charlie and the chocolate factory)




Castigando pecados capitales infantiles

La nueva adaptación del clásico de Roald Dahl nos presenta la historia con tintes de cuento de hadas de Charlie Bucket, un chico más que pobre y más que bueno, a quien se le da la oportunidad junto con otros cuatro chicos (ya no tan buenos) de conocer la mítica y misteriosa fabrica de chocolate del extraño Willy Wonka. Cada chico representa en sí los defectos posibles en un niño. Se encuentran entonces: el goloso sin límites Augustus Gloop, Violet Beauregarde como la pequeña trepadora fruto del exitismo de su madre, el soberbio sabelotodo Mike Teavee, representante de una generación que da por sentado el conocimiento tecnológico, y finalmente la malcriada y consentida en extremo Veruca Salt, una auténtica caricatura de los extremos a los que puede llegar el egoísmo infantil. Todos ellos ingresan en la fábrica codiciando un misterioso premio final, todos menos Charlie por supuesto. Recibidos por un raro personaje quien resulta ser el dueño de la fábrica, recorrerán las instalaciones, donde cada uno sera tentado según la debilidad de su carácter. Un plus son los obreros idénticos, los clonados Oompa Loompas, cuyas coreografías son uno de los puntos más altos de la película.
La historia entretiene a chicos con su despliegue visual y la facilidad de identificación con los personajes infantiles, y a grandes con varios gags surtidos que distraen de la irrealidad un poco exesiva para el adulto promedio.
El Willy Wonka de Jhonny Depp es el mejor representante de la realización del director Tim Burton en éste film. Llama la atención, no se termina de entender y en el mejor de los casos, es correcta.
Burton se encuentra en un momento muy particular para un director. Está tratando de reinventarse a sí mismo luego de haber quemado todos sus cartuchos en "La leyenda del jinete sin cabeza". Buscando un equilibrio entre el cine comercial y su expresión indivudual, "Charlie.." comienza con un estilo típico del director, con más de una referencia a "El joven manos de tijeras", pero se pierde en la puesta visual y los efectos que varian de buenos a directamente malos. Se encuentran al principio las típicas obsesiones del director: las espirales en la puesta en escena, los personajes inadaptados, las perspectivas retorcidas que los representan, las figuras de autoridad conflictivas (y actuadas por algún pope del cine clásico de terror) y la aparición de su mujer en un papel secundario (desde Big Fish se trata de la muy británica Helena Bonham-Carter, dejando de lado a la extraña Lisa Marie), pero avanzando la historia pareciera licuarse y perder identidad. El retoque de color por algunos momentos es demasiado evidente, como en el caso de la tez tétrica de Willy Wonka que parece estar recortado todo el tiempo. Habrá que ver, en futuras películas, si encuentra el equilibrio finalmente o termina convirtiendose en una sombra de sí mismo.
Todo esto no necesariamente descalifica a la película.
Si bien se siente un poco larga, es ideal para niños (y golosos) de cualquier edad, si bien como obra del director es menor.

Conclusión: Empalagosa pero digerible
(quiero un oompa loompa)

Elsa & Fred (ídem)


Soledades encontradas

Elsa es una señora mayor, vive sola entre las visitas al médico, la sobreprotección de un hijo y los saltos financieros de otro.
Alfredo, mayor también, acaba de enviudar y se muda a un departamento junto con su perro Bonaparte y la foto de su mujer. También vive sólo, a merced de una hija controladora y de los fantasmas de la viudez.
Elsa es activa, descarada y mentirosa.
Alfredo es solitario, hipocondríaco y está deprimido.
Elsa y Alfredo son vecinos.
El sueño de toda la vida de Elsa es entrar en la Fontana di Trevi, emulando "La dolce vita". Esto dará pié a algunas de las más divertidas situaciones a lo largo del film.
Nos situamos en Madrid, pero bien podría ser cualquier ciudad, como buena comedia romántica el lugar es sólo un marco para una historia con la suficiente carga de lugares comunes como para que el espectador se identifique facilmente y pase un buen momento.
Lo que destaca a ésta comedia de otras son sus protagonistas, si bien posee todas las características típicas del género, que ellos se encuentren en la tercera edad agrega un soplo refrescante y demuestra de forma entretenida y sin golpes bajos, por más trillado que sea, que no hay edad para el amor.
La historia nos lleva por la relación de estos personajes contradictorios con varias sonrisas y una buena porción de carcajadas. Las actuaciones de la siempre excelente China Zorrilla como la tremenda Elsa y de Manuel Alexandre como el parco Alfredo son más que convincentes y se adaptan perfectamente a las diferentes situaciones que marca el ritmo de la comedia y sus pequeños toques dramáticos. Cabe destacar la perfecta simbiosis entre la comedia romantica y la profundidad de los personajes que agregan a las situaciones marcadas por el género, las propias de la edad de los protagonistas.

Conclusión: Para disfrutar sin límite de edad

domingo, agosto 07, 2005

La Caida (Der Untergang)


¿Humanizando al monstruo?

Toda buena película basada en hechos históricos debe presentar tres versiones: la real , la ficticia y la polémica. La Caída, con un genial Bruno Ganz en el papel de Hitler, narra los últimos días de la vida del Fuhrer en su bunker mientras Berlín es asediada por el ejército ruso. La historia es narrada desde el punto de vista de Traudt (su joven secretaria), y de dos generales de la Wehrmacht que intentan tener un final digno de resistencia frente al inevitable desenlace. El film, sin embargo, termina siendo muy largo y llega a caer en algunos golpes bajos innecesarios.
La visión real de los hechos es soberbia. A pesar de estar basada en la entrevista a la anciana secretaria realizada en el 2000 , evita tener un único punto de vista y se construye con la ayuda de datos sólidos sobre el interior del bunker y muestra un estudio minucioso y detallado no sólo de la personalidad de Hitler sino también de la naturaleza de los órdenes totalitarios. Impresiona el enfoque piscologista que golpea al espectador con un Hitler patético moviendo en un mapa unidades inexistentes y reclamando un contragolpe imposible contra el ejército de Zukhov. Batallas en las calles de Berlín e inclusive la última aparición pública de Hitler condecorando a los jóvenes defensores de Berlín que atacaban con bazookas a los tanques soviéticos fueron reconstruidas con notable precisión y gran realismo.
La ficticia no es tan acertada. Al relato del derrumbe , le sobrepone una trama paralela y esperanzadora de un joven que pelea en la Juventudes Hitlerianas y termina desertando y ayudando a otros a escapar. Pero esta es una innecesaria dosis de esperanza que arruina el soberbio clima descrito anteriormente. Hay también algunas imprecisiones históricas.
La versión polémica era, en cierto modo, previsible. El film se propone reflexionar acerca del clima de decadencia final y la naturaleza de las sociedades totalitarias, a través de tomar la figura de Hitler de un modo más exacto y humanizado. Pero, claro, "humanizar al monstruo" fue para algunos sectores de la crítica, el Sionismo y la opinión pública algo similar a simpatizar con el Nazismo. Cosa que la película jamás hace, pero tampoco cae en los clisés innecesarios y deformantes . Se nos muestra un Hitler humano, capaz de delirar paranoicamente de traiciones por cada lógico fracaso de un ejército falto de recursos, de gesticular maniáticamente y, lo más interesante y poco explorado por la literatura histórica y menos aún por la filmografía, el grado de alienación al que lo sometía su Estado Mayor y su círculo más íntimo, entre ellos Himmler y Goebbels. Pero también aparece un Hitler capaz de tratar con cariño y respeto a su secretaria y esposa, de ser cariñoso y juguetón con su mascota y de valorar a sus semejantes.
Theodor W. Adorno, figura central de la Escuela de Frankurt y uno de los más lúcidos críticos del III Reich (razón por la cual debió huir a Estados Unidos) , escribió allá por 1945 una tesis acerca del funcionamiento de la TV en EE.UU. (Televisión y Cultura de Masas ). Cabe volver a algunas de esas líneas en donde critica el uso de clisés ""El dictador no es más que un mal hombre, pomposo y cobarde. Parece proceder con suma estupidez; no sale a flote nada relativo a la dinámica objetiva de la dictadura. Se crea la impresión de que el totalitarismo surge de desórdenes caracterológicos en políticos ambiciosos y de que es derrocado por la honradez, el coraje y la calidez humana de aquellas figuras con que se supone que se identificará el auditorio. (..) Esto no sólo aleja toda cuestión social concreta sino que afianza la división del mundo , psicológicamente tan peligrosa, en negro (el grupo de afuera) y blanco (el grupo de adentro). (..) Más opaca y compleja se vuelve la vida moderna y más se siente tentada la gente a aferrarse desesperadamente a clisés que parecen poner algún orden en lo que de otro modo resulta incomprensible. De este modo los seres humanos no sólo pierden su auténtica capacidad de comprensión de la realidad, sino que también en última instancia, su misma capacidad para experimentar la vida puede embotarse mediante el uso constante de anteojos azules y rosados.( 2000:24-26, Ed Lunaria) Profético. Ya Adorno se manifestaba preocupado por convertir a los dictadores en figura de clisés, sin profundidad, pero, peor aún, sin ofrecer al público elementos de análisis o al menos de incomodidad para plantearse críticamente la naturaleza de los órdenes totalitarias para evitar que se repitan en el futuro. Y también para la realidad contemporánea, donde muchas veces, no se necesita una bandera con una esvástica para cometer atrocidades etnocentristas.
La Caída es , en líneas generales una película cuyos méritos cinematográficos no son tantos, pero lo audaz de su planteo los recursos que intenta movilizar, como la falta de un narrador fijo y el énfasis en el entorno por sobre las personas, hacen de ella una cita imprescindible. He dicho.

Conclusión: Adiós a los clisés, bienvenido al duro ejercicio de pensar.