sábado, noviembre 08, 2008

The nightmare before christmas


Hacer una crítica de una peli tan conocida (y tantas veces vista) me resulta difícil, así que opté por la vagancia y rescaté un viejo análisis de la dirección de arte que hice cuando estudiaba publicidad:



"The nightmare before christmas", es una película con una dirección de arte muy cuidada, basada principalmente en los bosquejos que realizó el director Tim Burton. Esto se puede apreciar fácilmente en la textura en general, similar a un trazo nervioso con birome o pluma.

A grandes rasgos posee una estética mezcla entre un dibujo animado de los años ´50, el cubismo en la escenografía de El gabinete del doctor Caligari y, en sus momentos más oscuros, la iluminación heredada del expresionismo alemán. Pero esto se puede encontrar en cualquier película de Tim, así que paso a especificar un poco más.

La película abre mostrando el lugar clave de la historia, el centro del bosque donde se encuentran las puertas a las otras festividades. Todo el bosque tiene una textura de cartón corrugado, muy bueno para imitar las vetas de los árboles. El detalle se encuentra en las puertas, todas emblemáticas de cada festividad importante en Estados Unidos:

St Valentine Day tiene en la puerta un corazón y al pie una caja típica de bombones. St Patrick Day, festividad llevada por los inmigrantes irlandeses ostenta en su puerta un trébol, y al pie un grupito de hongos que puede relacionarse con los bosques de Irlanda y toda su vasta mitología feérica, por ejemplo el hecho de que un círculo de hongos fuera signo de una entrada al caprichoso mundo de las hadas, bastantes malvadas en realidad antes de que existiera Disney. Luego sigue la puerta con forma de huevo pintado, correspondiente a las Pascuas (con huevitos chiquitos al pie).
La puerta con el pavo corresponde al Thanksgiving Day, adornando el pie un sombrero típico de los protestantes llegados a América.

Por último está la puerta correspondiente a Halloween, con su calabaza de sonrisa macabra. Esta celebración también fue importada por los irlandeses. La celebración original del día de los muertos de origen céltico era llamada Samhain (no me pregunten cómo se pronuncia esto, el gaélico no es una de mis especialidades), la noche de la cacería salvaje. Los celtas adoraban las situaciones intermedias, donde no se es una cosa ni la otra, por ejemplo la medianoche, el amanecer, el atardecer, etc. El último día de Octubre era considerado importante porque allí empezaba la mitad oscura del año, para ellos éste tipo de situaciones intermedias adelgazaba la línea que divide éste mundo del otro; por ende los espíritus y criaturas afines podían vagar por ahí. Las costumbre típicas de Halloween, como las calabazas talladas, los disfraces (siniestros originalmente) y los trucos fueron heredadas de la festividad original. Toda ésta clase de historia viene a caso de explicar las costumbres en relación a la película.



Halloween town:
Me parece que su tratamiento fue planeado desde un principio no sólo para reflejar su obvia naturaleza, sino para contrastar terriblemente con Christmas town.
En Halloween town predominan ángulos absurdos donde ningún ladrillo es rectangular y las casas se sostienen de una manera imposible, todas una caricatura de la casa de bruja arquetípica. La primera vez que la vemos parece mucho más sombría de lo que resulta ser, el color dominante es el negro junto con un gris oscuro. El único color que rompe el esquema es el del moco turbio que hay en la fuente de la plaza central. Los colores de los habitantes son apagados y casi siempre fríos. Las casas del fondo sólo son siluetas de ventanas torcidas y amarillas, todo acorde con el estilo de Tim Burton. A la noche las sombras son oscuras y largas acentuando el aire tenebroso original.

De día y si hay sol (una calabaza tallada que brilla!!!) se pasa a un sepia tipo foto antigua, con más luz pero igual de desvaído; cuando el pueblo aparece en un día nublado los colores vuelven ahora al gris y la iluminación pasa a ser suave y bidimensionante, justamente como se ve todo en un día así.

Detrás del pueblo está el cementerio que sigue con la estética del lugar (tumbas de cualquier forma menos cuadradas, una estatua que parece El grito), y detrás de éste un campo sembrado de calabazas que crecen ya talladas (justamente para esos vagos que no quieren tallarlas). El pueblo en conjunto es (ya sé que es obvio) todo lo que representa Halloween y sus costumbres.

Christmas town:
La vemos de noche, con un cielo azul profundo lleno de estrellitas puntiagudas; de fondo hay unas montañas nevadas (bueno, hay nieve en todas partes). En un valle se amontonan un puñado de casitas de ladrillos rojos. Del pueblo se escapa una luz ámbar, roja y verde. Aunque los ángulos siguen siendo caricaturescos, no lo son tanto como en Halloween town, y no hay puntas, todo está redondeado. En el pueblo no faltan un tren que parece de juguete, un árbol de Navidad central al que rodean unos elfillos patinadores (¿algo que ver con el de Rockefeller Center?), más elfos rosados y pasteles en un trineo cantando villancicos, y montando un oso polar de madera a cuerda (al fin y al cabo el mito dice que están en el polo, no?). Para seguir con las costumbres, unos niños elfos se tiran nieve, mientras otros duermen con un ronquidito para que la gente diga ¡queé dulceee!!! Y el esqueleto que los mira de repente es mucho más anguloso y falto de color que lo que parecía originalmente. Tampoco faltan las guirnaldas en las puertas y la parejita que se besa debajo del muérdago (ya me empalagué). A todo esto la iluminación es mucho más cálida y suave que en el pueblo anterior. Los planos que elige el director también son más suaves en relación a la línea del horizonte.
Se entiende que la luz siempre es mucho más luminosa cuando hay oscuridad, y viceversa, así que no creo necesario explicar el efecto que causa el corte de Christmas town al de Halloween.


Los personajes:

Jack Skellington: Es justamente un esqueleto, pero estilizado hasta el absurdo, suele vestir un traje negro con unas rayas blancas torcidas. Pareciera que un dibujo de Tim hubiera cobrado vida (y tuviera tres dimensiones). Lleva un murcielaguito como moño.

Dr. Finkelstein: Es el científico loco infaltable, pareciera ser el clon resultante de los genes de todos los científicos desvariados que poblaron las películas clase B. También sufre ataques posesivos tipo madre judía con su creación (al mejor estilo "cómo me hacés esto a mí, yo que te dí la vida..")

Sally: Todo Frankenstein tiene su monstruo, aunque en éste caso las partes de gente muerta fueron reemplazadas por hojas y tela. Hay que recalcar la escena en que la mina se tira de la torre, se desmenuza toda y abre los ojos, en mejor clave ¡¡¡estaaááá vivaaaaa!!!!. Tiene un misterioso parecido físico con la mujer de Tim, misterioso digo porque fue concebida antes de que se conocieran (música de la dimensión desconocida por favor).
Update: éste texto tiene ocho años, para entonces el director Tim Burton estaba casado con una actriz llamada Lisa Marie a la que por supuesto metia en todas sus películas, luego de la espantosa remake de Planet of the Apes, conoció a Helena Bonham Carter y cambió fichas, notarán que es ella la que ahora aparece en sus películas)

El gobernador: Tiene forma de muñeco de plástico y (aplausos a la ironía) dos caras. (Frase célebre que está de más en éste trabajo: "Jack, yo sólo fui elegido oficialmente no puedo elegir por mi mismo"). Lleva una araña como moñito, y una especie de escarapela donde figura su rango que con motivo de Navidad reemplaza con una flor de Estrella Federal (otra cosa típica y van....)

Zero: Si el disfraz de fantasma más berreta es tirarse una sábana encima, acá lo hicieron con el perro (con un resultado diferente por supuesto) y creo tener una respuesta a la nariz brillante del chucho, si Santa Claus tiene su mitológico reno de nariz roja (Rudolph), Jack tenía que tener la otra cara de la moneda (además sino quién guiaba a los renos esqueleto hacia la ciudad, eh?.

The Boogie Man (o Mister Oogie Boogie): El Boogie Man no creo que tenga traducción pero es algo así como un equivalente al cuco o al hombre de la bolsa; es una especie de fantasma o un saco de papas con brazos, piernas y cabeza, relleno de bichos (bueno, es el malo) y canta como la puta madre. Pero el tipo es jugador, así que su cubil parece una cruza del tren fantasma con un casino. La escena con efecto tipo luz negra está muy bien lograda.



Los vampiros: hermanos perdidos del Drácula de Bela Lugosi, con acento y todo.

Monstruos en general: El hombre lobo, con camisa rasgada incluida; el trío de zombies bluseros, los Trick-or-treaters con sus máscaras de nada y sus caras de máscara; el monstruo que está debajo de tu cama (que resulta que diseña ropa!!)y el de debajo de la escalera (otro miedo infantil muy común)

Santa Claus: Todo lo que Jack es alto, raquítico, anguloso y falto de color, éste personaje lo tiene de redondo, con su traje rojo al igual que sus mejillas y nariz. Son absolutamente opuestos.

jueves, julio 31, 2008

Wall.E


El Cyberpunk según Pixar

"Los personajes del cyberpunk clásico son seres marginados, alejados, solitarios, que viven al margen de la sociedad, generalmente en futuros distópicos donde la vida diaria es impactada por el rápido cambio tecnológico, una atmósfera de información computarizada ubicua y la modificación invasiva del cuerpo humano. "
Lawrence Person


Wall.E es un robotito que vive solitario en una Tierra de un futuro lejano, devastada por la contaminación a tal punto que las torres de basura compiten con los rascacielos. Los carteles de publicidad móvil y una cucaracha son los únicos signos de movilidad en un planeta resecado y desierto.

Y ahí habita Wall.E.

El continúa con su trabajo de recolectar y compactar basura, pero no por ello es miserable, porque entre tanta porquería suelta, encuentra innumerables tesoros de notable tendencia kitsch que guarda en su guarida mientras que mira una y otra vez un segmento del musical Hello Dolly. Porque no es la soledad del planeta ni la rutina laboral lo que lo aqueja, sino una nostalgia de compañía y afecto.

Todo cambia cuando una sonda de investigación proveniente de la nave-crucero donde habita lo que queda de la humanidad llega al planeta buscando vida fotosintética: Eve

Y Wall-E se enamora.

Cuando ella encuentre una planta que él resguarda los eventos se precipitan en un inevitable encuentro con lo que queda de la raza humana.
Los hombres han abandonado la cáscara que alguna vez fue un planeta habitable y se han exiliado en una nave crucero donde setecientos años después caminar no es necesario. Ni ningún tipo de actividad física que no sea virtual, por lo que sus cuerpos se han deformado, perdiendo masa ósea y aumentando en adiposidad. Todo sucede por pantallas que limitan su campo visual y los incitan simplemente a consumir.
Y que todo sea de colores brillantes no le quita lo funesto, no es necesario caer en el negro vinílico de Matrix para que estemos ante un híbrido genial del implacable cyberpunk fusionado de forma casi increíble con la dulzura y el mensaje ecológico del mejor Hayao Miyazaki. Y como si faltara algo hay guiños al clásico 2001: Odisea en el espacio.

¿Todo esto en una película de Disney?
Por más que parezca inconcebible, si, porque antes que ser Disney es Pixar.
Wall.e es una película con una historia que es chiquita y grande a la vez, porque se anima a tocar un género más que difícil para la animación infantil y lo saca adelante con tanto mérito que logró hacerme olvidar y (casi) perdonar el vil robo que es el protagonista al robot de cortocircuito. Porque aunque Wall.E sea bidimensional y un gag caminante, Eve por ejemplo tiene desarrollo de personaje y un carácter más que definido. La aparente simpleza de la historia se esconde detras de una animación soberbia y una narrativa donde no hay un segundo desperdiciado.

En conclusión: Una verdadera joya.

Batman: El caballero de la noche (The Dark Knight)


Ahora si.

Odié profundamente la Batman anterior, así que no fui con las mejores expectativas, salvo con la curiosidad de ver qué tan buen trabajo podía dar el desaparecido Heath Ledger.
La historia básicamente cuenta cómo Bruce Wayne (Christian Bale y su dolor de garganta) busca en el aparentemente intachable fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart) un sucesor a la luz del día y la legalidad de lo que él hace encapuchado a la noche. Al meterse con los fondos de la mafia logra sacar a la luz a un criminal totalmente loco y sin ningún tipo de conciencia que lo limite: El Guasón, que irá socavando la búsqueda de Bruce cubriéndola en un caos de lo más memorable.
En principio la película no parece larga, es larga, pero lo compensa con un guión sólido (salvando un pequeño deus ex machina) con buen desarrollo de los personajes, una cantidad sorprendente de buenos actores laburando muy bien, excelentes efectos especiales que sostienen la trama pero no son el centro de la historia, y si bien mantiene los guiños para el conocerdor, esta vez los abre para el novato.
En la historia se suman los dobles, las oposiciones, un excelente Guasón que en mi opinión no es comparable al anterior porque basicamente son muy diferentes y totalmente válidos los dos. Es una verdadera lástima lo de Ledger ya que su composición completa (en cuanto a transformación física, voz, tics faciales e incluso un caminar muy especial), hacen que a lo largo de la historia den ganas de gritarle a la pantalla: ¡por qué te moriste pibe!!!.
Creo que Nolan finalmente encontró el equilibrio entre el fan service y una la historia sólida en si misma, aunque el cameo del principio del Espantapárajos sólo sirve para que siga sosteniendo que lo de ese personaje fue un desperdicio muy feo.
Y que el Batimovil sigue siendo horrible .

En conclusión: Vale la pena

viernes, marzo 21, 2008

Imaginadores (ídem)


Este genial documental argentino se ocupa de un género castigado y bastardeado: la historieta. Rescata para los entendidos y para los curiosos los autores y dibujantes más importantes de las decadas del cincuenta hasta el noventa; si bien algunos quedaron afuera y es entendible (al fin y al cabo está bien hecha pero a pulmón).
Como un plus se encuentran secciones animadas respetando dentro de lo posible el estilo de cada obra. Ver el eternauta caminando en la nieve da escalofríos de los lindos.
Vale la pena asomarse a las sensibilidades particulares de gente que tuvo la vocación y la valentía de dedicarse a algo que no es considerado una profesión seria para la gran mayoría de la gente. Fontanarrosa hablando de como Hugo Pratt influenció su forma de dibujar manos, Oswal con su particular manera de ver la vida, la viuda de Oesterheld que no entendía como un tipo tan culto como su marido había decidido dedicarse a las historietas y más puntos de vista interesantísimos en un compendio de talentos diversos que sirven tanto como para que el conocedor conozca más, como para que el curioso se asome a un mundo más rico de lo que puede suponer. Si tengo que criticarle algo es un poco de falta de información básica sobre las obras para aquellos que no las conocen, lo cual le daría un plus como herramienta de difusión, pero por lo demás es muy disfrutable.
Vayan a verla antes de que desaparezca de cartel. Mi opinión personal es que nosotros como espectadores tenemos que apoyar al cine argentino que vale la pena así aparecen más cosas interesantes y no tanto bodrio de opera prima pretenciosa.
Muy bien diez para la gente que sacó ésto adelante y una estrellita al costado por calentarse en hacer los créditos finales entretenidos.

Conclusión: Imperdible

Blog oficial donde se pueden ver fragmentos de las animaciones.

lunes, marzo 17, 2008

Elizabeth: La edad de oro (Elizabeth: The Golden Age)


Algo anda podrido en Inglaterra

Hace diez añitos vi un poco desenfocada (me había olvidado los anteojos) la bonita Elizabeth. Me enamoré de Cate Blanchett, Vale fue testigo de que yo dije "tiene cara de elfo, haría tan bien de Galadriel".. finalizado el momento geek, paso al cine..
Simpática paleta cromática e impresionante vestuario aparte, "Elizabeth la edad de oro" no se mantiene ni en su tremebunda falta de coerencia histórica, capaz de ofender hasta el menos letrado en historia inglesa (como yo, por ejemplo), ni en un estado sonambulo en el que uno se imagina que es todo ficción y ya.
Como película es sosa, rimbobante, no llega a aburrida de casualidad, pero no vale la entrada... ni el alquiler en casos como el mio en que la conseguí en un video club.. e hice bien...
Cate Blanchett y Clive Owen serán muy buenos actores, pero lo tendencioso e imaginario del guión tiran para abajo cualquier buena intención... cuando una supuesta biografía tiene más imaginación metida que la obra de Tolkien tenemos problemas.
Tanto es así que ni me voy a molestar en describir la trama.
Veanla sólo si es por los actores, el vestuario y si asumen que todo es invento..

Conclusión: Imaginación mal aplicada

domingo, octubre 21, 2007

Matar o morir (Shoot ´em up)


Una de tiros

Algo que desgraciadamente se ha vuelto una rareza en el cine de éste último año y pico es la honestidad. Ejemplo: si mi película entra en la borrosa y extensa categoría del "cine arte", será pretenciosa, cargada de alegorías, tendrá un ritmo particular y se espera que el público la siga pensando incluso cuando se volvieron a encender las luces del cine; si mi película es entretenimiento.. tiene que tener buen ritmo, una trama que lo sostenga con un mínimo de coerencia interna, pero principalmente tiene que ser divertida. Ya van varios tanques que disfrazados de sinfin de aventuras terminan siendo bodriazos de tres horas que ni los efectos logran sostener.

No es el caso de ésta película.

Con la duración justa y la insanía suficiente, "Matar o morír" es la mezcla justa de galería de tiros, estética de video game (pero sin saturar), trama mínima con frases ingeniosas tipo peli de acción de los ´80 y diversión pochoclera honesta y garantizada. Esto es lo que es y no pretende nada más.
Clive Owen personifica al misterioso y obsesionado con las zanahorias Smith, un tipo con una puntería infalible, cierta neurastenia simpática (la que lo hace perseguír y chocar a un tipo sólo porque no pone el guiño para cambiar de carril) y una capacidad de supervivencia superlativa. A los tres segundos de comenzada la película se cruza con una embarazada a punto de dar a luz y perseguida por unos matones. Las cosas se suceden rápidamente y el protagonista se ve con un bebé a cargo y perseguido por un malo bien malo personificado por Paul Giamatti quien entre tiro y tiro debe contestar los llamados de su esposa. Smith busca pronto a una amiga italiana prostituta (Monica Bellucci y el super acento) para que cuide al bebé mientras él encuentra la forma de averigüar qué pasa y descargarse con cualquier tipo que cargue una pistola.
A partír de ahí, tiros en cantidades industriales y en las situaciones más inverosímiles, pero es justamente ésto lo que hace que sea una película honesta, porque nunca se toma en serio a si misma. La trama está hecha para que las situaciones absurdas causen risa y finalmente uno salga del cine con la sonrisa de haber visto entretenimiento puro que no pide ni otorga nada más de lo que es: diversión.

Conclusión: Pochoclo balístico de primera calidad

domingo, mayo 13, 2007

BAFICI 07: Big Bang Love: Juvenile A

X Japan


Con halos de futurismo, esta historia plantea el encuentro entre dos jóvenes criminales. Uno, Sin, que ha matado a un cliente gay en un oscuro hotel; el otro, Kun, autor de una violación y homicidio. De esta tremenda oposición entre un personaje casi tierno y un violento sin remedio, surge un relato que intenta reconstruir el homicidio de Kun del cual Sin se confiesa culpable.
Takashi Miike, un director que ha mostrado ya su versatilidad en productos tan disímiles como la perturbadora Audition (1999) hasta la bizarra The Happiness of the Katakuris (2001), toma a su cargo un trabajo que pretende ser más un ejercicio de narración que un film en sí. El recurso alegórico excesivo y la superposición casi irreflexiva de metáforas comunes sobrecargan el relato ¿Puede el lenguaje ser profundo en sí más allá del contenido del relato? Así como lo resuelve Miike la respuesta es negativa. Termina siendo un pastiche listo para hacer aplaudir el público snobista que cree que un recurso alegórico basta a para hacer profunda una trama.

Conclusión: la prisión snobista

BAFICI 07: Going to Pieces: The Rise and Fall of the Slasher Films


Salpicando…


Una de las políticas de los organizadores del BAFICI fue no sólo traer películas de cine independiente nacionales y extranjeras, sino traer también películas que difícilmente se puedan ver en otros circuitos. Tal es el caso de una serie de documentales. En este caso toca a Going to Pieces: The rise and Fall of the Slasher Films.
Se trata de un documental escrito y dirigido por Adam Rockoff que trata sobre un tipo de subgénero de películas de terror llamado Slasher Movies en donde asesinos psicópatas de este u otro mundo persiguen a dulces colegialas y demás gente joven preferentemente con objetos filosos. Este sub-género, que incluye joyas como Nightmare on Elm Street, Friday 13th, Prom Night y Halloween entre otras, se hizo famosos por su escenas cuasi gore de sangre que chorrea hasta por fuera de la pantalla. Rockoff investiga su dudosa prehistoria con filmes como Psicosis (1960) hasta las nuevas producciones a cargo de Rob Zombie (House of 1,000 Corpses ; The Devil Reject) y se detiene con entrevistas a los sospechosos de siempre (Carpenter, Craven, Cunningham) y , en especial, a Tom Savini , nombre desconocido pero obligado del género ya que fue el responsable de make-up y efectos especiales de la gran mayoría de estas películas. La visión artística del grotesco de Savini es clave para entender este género.
Ahora bien, el documental es ameno. La música es genial y la edición es trepidante. Un buen cóctel, pero en pantalla chica. El ritmo con que se desarrolla parece surgido de una suerte de cruza entre E! True Hollywood Story y algún documental de VH1. Muy efectivo cuando hay un corte comercial para que uno vaya a buscar más pochoclos, pero que se pierde en la pantalla grande.

Conclusión: la sangre en el ojo…. equivocado

BAFICI 07: Marriage Stories

Primer ensayo de reality de Europa Oriental

La realizadora checa Helena Trestikova toma y fusiona dos documentales de la misma pareja de Praga. La primera, cuando recién se casan en la década de los 80 con el final del comunismo. La segunda parte es la misma pareja, 15 años después. Este ejercicio de panel produce un relato notable, la pareja aparece primero como dos enamorados que le ponen el pecho a los problemas de vivienda y abastecimiento de bienes, mientras luchan por finalizar sus estudios en la tambaleante Praga antes de la revolución del terciopelo. En esos primeros años tiene dos hijos pequeños. Más tarde la misma pareja aparece con ya cinco hijos, con un marido que lucha por ajustarse a los cánones de pequeño entrepeneur del neoliberalismo, una esposa sobrecargada de trabajo que se vuelve depresiva, un hijo que ha fracasado en sus ingreso a la universidad y que no dura en sus empleos (por lo que tiene que trabajar con el padre); otro rebelde y díscolo cuya conducta violenta (y probablemente adictiva a las drogas) sólo puede encontrar refugio en la milicia…
Un relato soberbio, con un dramatismo que va creciendo y que invita a la reflexión macro y micro. Macro al retratar de forma concisa el impacto de las reformas neoliberales sobre las sociedades de Europa del Este. Frente a tal desamparo al que se ven sometidos los protagonistas, el fracaso de las iniciativas cuenta propia de ambos, el peligro de las drogas para sus hijos y otros adversidades que hacen inconscientemente de este un film propagandístico de vuelta al comunismo. BJ no cree que esa sea la intención, pero al menos hay un fuerte contenido crítico del camino tomado.
A nivel micro, la crisis de la madurez, la mirada retrospectiva, el choque de valores entre diferentes generaciones es retrato de forma vívida y perturbadora. El auditorio es atrapado por la inmensa angustia del traspaso de la madurez a la vejez de esta pareja checa.

Conclusión: buena, pero deprimente

jueves, mayo 03, 2007

La Antena (ídem)


Fantástica fábula muda

El cine arte es una frase fácilmente utilizada y multiplemente bastardeada, achacada a cualquier bodrio con pretensiones de cine francés que asome la cabeza por ahí. Pero el concepto de arte se suele perder entre silencios matadores de ritmo y sinsentidos sostenidos en alegorías que sólo el director realmente entiende.
Muy pocas veces el término es bien utilizado.
Esta es una de ellas.
En la misteriosa Ciudad sin Voz, sumergida en eterna nieve y silencio, sólo una cantante sin rostro pero con voz propia rompe la única forma de comunicación de sus habitantes: la palabra escrita. Los diálogos flotan como subtítulos con protagonismo y llevan a un nivel mayor la situación muda de la población. El Señor TV, dueño y monopólico líder de los medios de comunicación y subsistencia, planea un maquiavélico complot para adueñarse definitivamente del poco libre albedrío que queda en su ciudad. Ello es descubierto por un técnico reparador de televisores, que entre otras cosas, busca reparar la relación con su ex-mujer y su hija, quienes al vivir al lado de la casa de la cantante y su pequeño hijo sin ojos (literalmente), se verán arrastrados por la situación.
Como buena película muda, la trama es simple, pero radica en la forma impresionante en que está contada. Esteban Sapir vio mucho cine mudo, mucho realmente, y logra sacar adelante el género con mano certera, mientras que construye una fábula fantástica con ingredientes de "Metrópolis", "El gabinete del Dr. Caligari", un poco de "Brasil", otro de "Ciudad en tinieblas" y algo del cine surrealista. La mezcla sale adelante en un auténtico ejemplar del mejor arte en el cine, una película que dentro de lo posible hay que ver cómo fue concebida, es decir, en la pantalla grande. Si bien se siente un poco lenta, incluso en eso es coerente, el ritmo es fiel al cine que homenajea, pero bien vale la pena lo que da a cambio.

Conclusión: Imperdible


sitio oficial
trailer